En este proyecto de cocina, inicialmente se encontraban vinculadas la zona de cocina y la zona de lavadero, pero nos enfrentamos a dificultades estructurales y estéticas.

Como solución, el lavadero quedó abierto a la cocina, dejándolo totalmente integrado en la misma, ocultando la lavadora y la secadora en un mueble columna y agregando dos escoberos de gran capacidad, un fregadero auxiliar y una amplia zona de trabajo para preparación de aperitivos, dada la cercanía con la zona de piscina. Esta zona de preparación se acompaña de zona de vitrinas en su zona colgante que recoge toda la cristalería.

La elección del color fue clave para transformar completamente el espacio, ya que la cocina original tenía una carga visual considerable debido al uso de madera. Una de las mejoras más evidentes del proyecto es la incorporación de una gran zona de trabajo, generosos espacios de almacenamiento y un fregadero de gran tamaño.

Un elemento destacado es la península, diseñada para acomodar a 8 o 10 comensales, lo que la convierte en el corazón de la casa, ideal para actividades sociales en la cocina.

Partiendo del suelo original, un laminado de madera natural, acompañamos el espacio con un diseño en blanco extra mate, con toques industriales logrados con la incorporación de golas, zócalos y electrodomésticos en negro.

Los materiales seleccionados para esta cocina son Tecnolam Blanco Ártico mate.

Encimera y aplacados en Neolith Abu Dhabi White Silk, creando así un espacio luminoso y elegante.